Me he venido hasta aquí para celebrar la navidad. Y quiero hoy especialmente animar al Barón. En Madrid llueve y no le sienta nada bien. Tápate, un poco de sol naciente. Oriente siempre ha sido apasionante y esta chica, Teresa Teng, siempre cantó estupendamente desde Hong Kong
Los Teddy Robin and the Playboys, son más convencionales y el bajo no se aparta de la octava pero están muy bien aunque canten en inglés. Venga que llega el Nadal.
Ahí va otro grupito interesante. Esto es lo que me gusta para mover the hips más pausadamente: The Lotus, (Shit, little parrot)
Yeah
yeahh:
Mari, bonita, te has bebido la colonia Nenuco? No tengo el coño para sorolls. Odio la navidad oriental y occidental.
Qué bonito The Lotus, voy a llorar recordando a mis novias pasadas y voy a vomitar pensando en mis novias futuras.
Barón, tómate un tranquimacín o lámeme el ojete y anímate.
A mí gustal Navidad. Invento malavilloso, buenísima pala vendel.
¿Quiele vel mis altículos?
Firmado: 許冠傑
Mola ese «Qué rico vacilón» oliental.
Pd/ MIelda de contenido UMG.
González-Sinde nos va a cerrar la wes
Me llena de alborozo ver a la alegre muchachada festejando la entrega de la caja navideña y preparándose para la cena de Navidad, ésa que antes pagaba el empresario y ahora pagan los currantes a escote.
Comed turrón, hijos míos, excedéos en todo lo posible y más, consumid drogas legales o no…pasadlo bien por si es el último año que véis a la familia. Amad mucho a los vuestros y no os dejéis en el tintero ni un sólo «te quiero» por decir. No seáis tacaños con los abrazos y los besos: regaladlos.
A pesar de todo, felices fiestas o, al menos, que no os duelan demasiado.
Ché, ché, ché, què bonico és el Nadal.
ME CAGO EN DIOS Y EN LA PUTA NAVIDÁ. Bueno y si no qué más da. Pero os han gustado las canciones de los hongkonianos o no. He bebido mucho irlandés BUSHMILLS ESTA NOCHE. Me gustaría rebozar mi cuerpo en mierda y luego huntarme y restregarme dulcemente contra las paredes del despacho de mi jefe. Qué le den por el culo a todo el mundo. Me gustaría más llegar al despacho de mi jefe abrir una botella de vino y luego subirme la falda, bajarme las bragas, abrir las nalgas con las dos manos y defecar encima de su mesa. Seguro que el tío se empezaba a masturbar.
Estás fatal, tía.
Ayer sí, hoy estoy más tranquilita.